
La gama de aerosoles Solo, desarrollada por DetectorTesters, representa una solución reconocida en el mercado por su versatilidad y cumplimiento de estándares internacionales. A continuación, se detallan las principales consideraciones específicas relacionadas con el uso, transporte y almacenamiento de estos productos.
Inflamabilidad: riesgos y aplicaciones
La gama Solo es la única en el mercado que ofrece opciones tanto inflamables como no inflamables. Dentro de las variantes inflamables se encuentran los modelos SmokeSabre y SoloA5. Por otro lado, SoloA10S y su versión compacta SoloA10 se clasifican como no inflamables.
Es importante entender que esta diferenciación es fundamental, ya que existen múltiples entornos donde el uso de aerosoles inflamables representa un gran riesgo. Instalaciones como hospitales, plantas industriales o zonas con atmósferas potencialmente explosivas requieren exclusivamente el uso de aerosoles no inflamables para garantizar la seguridad durante las pruebas.
Transporte y almacenamiento: cumplimiento de normativas internacionales
Todos los aerosoles, independientemente de si son inflamables o no, están clasificados como mercancías peligrosas. Esta clasificación impone requisitos específicos en cuanto al etiquetado, embalaje, documentación y métodos de transporte. Los aerosoles deben llevar advertencias visibles e instrucciones claras de seguridad en cada unidad.
No está permitido su envío a través de sistemas postales convencionales. En función del medio de transporte utilizado, deben declararse de acuerdo con la normativa correspondiente: ADR para transporte por carretera, IMDG para transporte marítimo e IATA para transporte aéreo. Un etiquetado incorrecto o la omisión de esta información puede conllevar consecuencias legales y comprometer la seguridad de la cadena logística.
Temperatura: factor determinante en el rendimiento
La temperatura ambiente influye directamente en el comportamiento del aerosol durante la prueba de detectores. Tanto temperaturas bajas como elevadas pueden afectar la presión interna del envase, lo que se traduce en una dispersión ineficiente del contenido.
Una temperatura demasiado baja puede provocar evaporación lenta, mientras que una temperatura elevada puede generar una pulverización excesiva. Ambas situaciones pueden dar lugar a alarmas molestas, acumulación de humo residual y aumento del tiempo de intervención por detector.
En el extremo térmico, existe además riesgo de explosión por acumulación de presión. Se recomienda almacenar los aerosoles alejados de fuentes de calor y luz solar directa, asegurando que la temperatura de almacenamiento no supere los 50°C, una cifra que puede alcanzarse fácilmente en el interior de un vehículo.
Cada aerosol tiene un rango de temperatura óptimo para su uso eficiente. Los productos de DetectorTesters han sido desarrollados para mantener su rendimiento dentro del rango más amplio posible, garantizando fiabilidad operativa incluso en condiciones ambientales exigentes.
Los aerosoles para pruebas de detectores, como los de la gama Solo, deben ser utilizados bajo condiciones estrictas que garanticen tanto su eficacia como la seguridad de las operaciones. La elección entre variantes inflamables o no inflamables, el cumplimiento de las normativas de transporte y el control de la temperatura son factores críticos que deben considerarse antes, durante y después de su utilización.